El perdón de los pecados

Estamos en el epicentro de la Cuaresma que nos prepara a la Pascua y que culminará con Pentecostés. Es ahora cuando el Señor nos concede una nueva oportunidad para arrepentirnos y reconciliarnos con Él a través de la conversión y el perdón, para así vivir plenamente la gracia del misterio pascual. El himno de Los laudes de hoy nos recuerdan el sacramento de la reconciliación.

HIMNO
Cuando vuelto hacia ti de mi pecado, iba pensando en confesar sincero, el dolor desgarrado y verdadero del delito de haberte abandonado; Cuando pobre volvíme a ti humillado, me ofrecí como inmundo pordiosero; cuando, temiendo tu mirar severo, bajé los ojos, me sentí abrazado. Sentí mis labios por tu amor sellados, y ahogarse entre tus lágrimas divinas la triste confesión de mis pecados. Llenóse el alma en luces matutinas y, viendo ya mis males perdonados, quise para mi frente tus espinas. Amén.

Escuchad este par de minutos con las sencillas reflexiones que nos deja Miguel Ángel Irigaray de por qué debemos confesarnos.

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