El próximo martes 6 de noviembre, festividad litúrgica de los Mártires españoles del siglo XX, la Capilla del Santo Cáliz de la Catedral celebrará una Eucaristía para recordar el ejemplo y testimonio de estos compatriotas que, como dijo el Cardenal Angelo Amato -en su homilía de 2013 cuando fueron beatificados en Tarragona 522 mártires-, no se avergonzaron del Evangelio, sino que permanecieron fieles a Cristo…
No fueron caídos de la guerra civil, sino víctimas de una radical persecución religiosa, que se proponía el exterminio programado de la Iglesia. Estos hermanos y hermanas nuestros no eran combatientes, no tenían armas, no se encontraban en el frente, no apoyaban a ningún partido, no eran provocadores. Eran hombres y mujeres pacíficos. Fueron matados por odio a la fe, solo porque eran católicos, porque eran sacerdotes, porque eran seminaristas, porque eran religiosos, porque eran religiosas, porque creían en Dios, porque tenían a Jesús como único tesoro, más querido que la propia vida. No odiaban a nadie, amaban a todos, hacían el bien a todos. Su apostolado era la catequesis en las parroquias, la enseñanza en las escuelas, el cuidado de los enfermos, la caridad con los pobres, la asistencia a los ancianos y a los marginados. A la atrocidad de los perseguidores, no respondieron con la rebelión o con las armas, sino con la mansedumbre de los fuertes.
La Iglesia no quiere olvidar a estos sus hijos valientes. La Iglesia los honra con culto público, para que su intercesión obtenga del Señor una lluvia beneficiosa de gracias espirituales y temporales en toda España. La Iglesia, casa del perdón, no busca culpables. Quiere glorificar a estos testigos heroicos del evangelio de la caridad, porque merecen admiración e imitación.
Por estas razones tan bien expuestas por el Cardenal Amato, os animamos, pues, a asistir a esta Eucaristía en la Catedral el próximo martes 6 de noviembre a las 19’15 h.